El compromiso con una causa o una persona implica a menudo un riesgo para nosotros, nos vemos atrapados.
Nunca nos hemos parado a pensar en lo que siente la persona o el conjunto de personas que ha obtenido de nosotros la promesa del compromiso.
Quizá, si frenásemos por un momento el caótico ritmo de nuestras vidas, podríamos percibir una de las sensaciones más hermosas derivadas del compromiso.
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